PENSAMIENTOS DETERMINANTES PARA TIEMPOS INCIERTOS
Vivimos días de incertidumbre vital y caras largas. La profesión de la arquitectura parece diluirse cada día entre los quiebres económicos que nos trae esta coyuntura y los intrínsecos de la profesión; la inseguridad de resolver problemas cada vez más complejos con las mismas herramientas de siempre; la inutilidad de seductores volúmenes postmodernos ante conflictos que demandan respuestas que transciendan lo formal…
Sin embargo, ante una sociedad que avanza en la incertidumbre, sin plan, somos un colectivo cuya herramienta de trabajo principal es el Proyecto, un colectivo que antepone el mundo de las Ideas en su manera de hacer. Tradicionalmente hemos sido idealistas, técnicos encantados de contaminar sus trabajos y sus mentes de arte y humanismo…visionarios algunas veces.
Solá Morales escribió que la Arquitectura constituye, por ser una experiencia de desvelamiento, un acto iniciático, único en el espacio y en el tiempo. Es la voluntad de trascender…
Nuestro activo principal es el Talento, el Talento como catalizador energético que convierta la incertidumbre en oportunidad; cada día miro a mi alrededor y solo veo territorios que ordenar, paisajes que proteger, ciudades que repensar, edificios que rehabilitar, espacios que crear. Vivimos en un increíble mungus de problemas que requieren soluciones proyectuales, nuestras soluciones. Tenemos la tarea inminente de regenerar la profesión para afrontar y resolver esos problemas. Creo que esa regeneración debe empezar en cada uno de nosotros.
El pesimismo que inunda nuestro entorno y acaba por instaurarse en nuestra realidad está lleno de pensamientos limitantes, falsos argumentos que nos repetimos como mantras y nos están arrastrando a un estado de desánimo y conformismo.
Tenemos que aprender a identificar esos pensamientos limitantes y desecharlos, sustituirlos por pensamientos de calidad, pensamientos útiles, ideas determinantes en nuestras vidas y en nuestra profesión.
Debemos poner en valor nuestro Talento, aprender nuevas herramientas que nos ayuden a gestionar la catarsis actual, a reforzar nuestros valores y a reparar nuestras carencias. Afrontar este proceso juntos, nos ayudará como profesionales y como individuos.
Ana Ruiz Nieves.
