2014/12/08

CIUDADES VISIBLES (V) Tokyo, La ciudad sin miedo

Un mágico manto protector te rodea cuando te mueves por el país del sol naciente. Una sensación que supera lo creíble y va más allá de los límites de lo que nuestra occidental sociedad nos ha enseñado, acostumbrándonos a una natural convivencia con el miedo.




Vivir ciudades sin miedo. Una experiencia jamás aprendida en nuestro entorno próximo; pero que existe en sociedades como la nipona. Caminar a cualquier hora del día o de la noche, por aceras transitadas o lugares desiertos, sin necesidad de que las farolas hagan más seguro el uso y disfrute de cada espacio que las ciudades ofrecen. 


Lugares que te permiten descubrir la confianza real en los desconocidos que te rodean. Disfrutar de la certeza de que por tentador que resulte lo que asoma de tu mochila mientras la has apoyado a su suerte en un rincón de la estación, nadie va a plantearse la posibilidad de adueñarse de lo ajeno. La mochila permanecerá en el mismo lugar y de la misma forma, hasta que decidas recogerla para continuar...


Ver cómo alguien que ha encontrado un objeto olvidado por otra persona que probablemente descubra angustiada su falta, no duda en cogerlo y ponerlo en un lugar visible para que su propietario lo recupere al desandar su camino. 


Tras varios días descubriendo Japón te sientes envuelto por el manto y algo se transforma... En el ambiente la espiritualidad flota y se teje con las redes de la más avanzada tecnología del siglo XXI.


Aparcas el recelo con el que entras en cualquier país desconocido. Dejas de pensar que alguien podría querer robar cualquiera de tus pertenencias. Empiezas a ver que la persona con la que te cruzas en una calle oscura o en un parque desierto sólo es alguien que pasea y vive su tiempo... ajeno al tuyo...

Cuando la experiencia se repite día tras día, te invade una reconfortante serenidad que te hace alejarte cada vez más de los temores que en tantas ocasiones limitan tu capacidad de obtener el máximo rendimiento de la experiencia única de conocer lugares distintos a los cotidianos.

Sería estupendo poder vivir nuestras ciudades de la misma manera, a cualquier hora, en cualquier lugar, sólo o en compañía... seguro de que el miedo fue algo que una vez existió...