2014/04/28

CIUDADES VISIBLES (IV) De Uganda a Tanzania

La ruta entre estos dos fascinantes países africanos, pasando por Kenya, permite descubrir una revelación obscena capaz de alterar los pensamientos de cualquier visitante cuya perspectiva vital le permita alejar el objetivo y dibujar conclusiones.

Cuando uno descubre Uganda... siente en su interior un profundo y fascinante viaje de regreso a lo que imagina como los orígenes, el principio... probablemente cada paisaje, cada escena cotidiana, cada lugar virginal... esencial... te acerca a la experiencia más original que has tenido la suerte de contemplar. 


Fuente: Espacios Intermedios

Vegetación de exuberante belleza salpicada de vida animal en estado puro, poblaciones primitivas cuyas manos siguen siendo su única y más valiosa herramienta. Ajenos aún al más primitivo instrumento que podamos conocer para trabajar el campo... Sin domesticar animales y valerse de ellos para el trabajo más rudimentario. Imposibles pendientes de laderas sembradas de té, cultivadas del modo más elemental que se puede imaginar. 


Fuente: Espacios Intermedios


Sorprende en este primer escenario la limpieza de los caminos de tierra repletos de baches asimilables a profundos valles sobre la tierra roja. Ni un sólo papel. Ni un sólo envase abandonado en el camino. Sólo tierra enmarcada por ordenados bordes de camino, sembrados de pequeñas construcciones elementales en las que una estancia resuelve el programa completo transformando en hogar el adobe y los palos.


Fuente: Espacios Intermedios

Se respira quietud, la gente sonríe al viajero curiosa y tan pronto como pueden se acercan a la voz de "musungu" , con la esperanza de obtener un atisbo de comunicación y ofrecer una sonrisa amable. 
  En un telón de fondo lejano, un gobierno corrupto, capaz de ahuyentar aterradoramente a los animales de uno de los más colosales edenes del país, sembrándolo de pozos de extracción de petróleo que hacen temblar la tierra, como presagio del cambio que les desterrará de su reino natural. Desaparecen así, a fuerza de intereses económicos y político, los últimos y más poderosos vestigios de nuestro origen... de la vida en estado puro... de lo que uno imagina como lo que pudo haber antes de lo que conoce y le rodea habitualmente.

Kenya es la siguiente escala de este viaje en el tiempo y el espacio. Tan pronto como uno rebasa la frontera aparecen las primeras evidencias de que algo ya no es igual que tan sólo unos kilómetros antes. Donde en Uganda se ven mostradores de comercio local situados a la puerta de las viviendas, ahora aparecen los primeros rótulos comerciales que pueden identificarse con actividades comerciales concretas: peluquerías, ultramarinos, talleres de sastres... locales rudimentarios que complementan el comercio de manta sobre tierra que es común a los dos países. 

El incremento de actividad y de poder adquisitivo de la población está ligado también a una mayor entrada de capital fruto en importante medida de una más estudiada explotación turística, que se traduce en un incremento de la suciedad de las carreteras que recorren el país. En los arcenes y núcleos de población la basura se hace evidente y ensucia un paisaje que pierde parte de su esencia devolviendo a la retina escenarios en fase primigenia de otros lugares en vías de desarrollo.... ¿son la desidia y el descuido de la base esencial que nos fue dada un sello común a todas las sociedades en alguna fase de su desarrollo? ¿Podemos desde lo aprendido con nuestra propia experiencia y los medios adquiridos compartir con quienes inician ahora el mismo camino para evitar que los errores de la historia se repitan?

Fuente: Espacios Intermedios

De la mano de los cambios mencionados, se detecta también una transformación en la mirada de la gente. Las miradas pierden la inocencia y se descubre el miedo protector que a buen seguro ya no volverá a abandonarles y que, pese a estar producido por fuerzas más primitivas a las que originan el miedo en nosotros... es en esencia el mismo sentimiento que se apodera de las personas cuando abandonan la inocencia de la esencia y se adentran en el camino hacia adelante que no conoce retorno.

El cambio se acentúa al traspasar la siguiente frontera hacia Tanzania donde a lo anteriormente descrito se suman las antenas de televisión que inundan las algo más estables construcciones que dan cobijo a la población. El extremo de todo lo vivido se alcanza al llegar al lugar más turístico de Tanzania, la Isla de Zanzíbar.    El islam en su vertiente desnaturalizada y hostil se alía con una actividad de  turismo de lujo exponencialmente disparada, caracterizada en grandes complejos hoteleros donde se inventan microcosmos irreales para turistas que llegan a la isla huyendo de sus realidades cotidianas para sumergirse en una realidad atroz,  pero sólo visible si se franquean los interminables muros que separan las zonas habitadas por la población local. Zonas donde las suciedad se apodera de cada centímetro cuadrado y el hedor de los mercados de pescado atestados de moscas, golpeando la conciencia de quien trata de entender la realidad y tiene su mirada llena de lo que mira.

Fuente: Espacios Intermedios

Volver a casa y pensar que lo que la vida te ha regalado no puede revertirse no es sólo una injusticia; sino un gran acto de cobardía. Plasmar negro sobre blanco es un pequeño paso, compartirlo para despertar y agitar otras conciencias es un paso más y trabajar cada día creyendo que cada uno de nosotros somos parte del gran motor del universo, nos demostrará más pronto que tarde que la actitud ha merecido la pena.