2015/01/20

DE CUPCAKES, HIPSTERS Y OTRAS SIMPLEZAS

Vivimos un tiempo de cambio, una transición social y cultural que lleva cociéndose durante dos décadas de desaciertos políticos, éticos y estéticos. Parece que al fin estamos a punto de atravesar un momento importante, muchos hablan de revolución y de cambio de paradigma. La edad del talento ya está aquí, es hora de generar una realidad distinta. 

Somos una generación hiperformada, muy viajada, libres de los miedos que acosaron a nuestros padres y abuelos. Una generación de creativos con todos los medios a nuestra disposición, técnicos y tecnológicos. Capaces. 

Sin embargo, el resultado al menos en lo plástico no es lo brillante que se esperaría; quizá la ausencia de transgresión nos está pasando una factura desorbitada...
Trabajamos invadidos por la estética de lo ñoño, estusiastas de esos locales color pastel que venden cupcakes, ipads, y cupcakes con forma de ipad, abrumados por estándares y etiquetas, del hipster al normcore... (un día de estos el Revival alcanzará el presente y ya vereis qué susto cuando haya que vestirse de nosotros mismos). Es inquietante la obsesión de cada cosa en su lugar; parecemos incapaces de soltar las composiciones a estilo, encantados con  esos interiorismos de la señorita Pepis, más propios de un prerrafaelista que de un arquitecto del siglo XXI. Permanecemos absortos en proyectos tan faltos de realidad que apetece editarlos en Instagram y ponerles un filtro sunset.

Y del otro lado el urbanismo táctico, los desahucios, la emigración, la calle..la brecha social tiene su reflejo en la profesión...y siguen pasando los años sin que consigamos abordar el poblema de la arquitectura no formal de manera solvente.

 Fuente: yoroboku.es