2013/06/03

¿BIENVENIDO TELETRANSPORTE?

Hablábamos hace unos posts de los "niños teletransportados", un producto de los entornos postburbuja en nuestro país, y se nos ocurre que el teletransporte, si llegase a ser una realidad, terminaría con buena parte de la poca actividad callejera que nos queda en nuestras ciudades.

Se suprimirían los trayectos cotidianos, tiempos vacíos de contenido y rentabilizaríamos aún más nuestro tiempo... se acabaría el esperar al otro, calcular cuánto tiempo se tarda en llegar allí... Pero ¿qué más se acabaría?.

Quizás la respuesta es poner en valor el tiempo vacío de contenido.  Un trayecto cotidiano puede ser un espacio angustioso y solitario en el metro, o un paseo ritual en el que encontrarse y relacionarse con otros.. o con uno mismo.

En épocas pasadas, el Camino ha sido un fin en sí mismo; grandes recorridos procesionales, peregrinaciones épicas, caminos como el de Santiago que conformaron nuevas realidades... ya no tienen cabida en nuestra estrecha mente contemporánea. 

Hay un punto espiritual en el proceso de recorrido. Nuestros antepasados lo reconocían y lo practicaban. Todas las culturas realizan procesiones, encuentran Verdades en pisar sobre lo mil veces pisado, en mirar  desde la perspectiva desde la que otros miraron...

En una sociedad que no pasea, sino va; que no recorre, sino llega, en la que el tiempo solo vale cuando se obtiene un rédito del mismo...Cuando el camino ya no importa nada, solo cuenta el objetivo final... ¿Qué nos estamos perdiendo?

Huellas de Krishna en VrindaVan. Fuente Espacios Intermedios